FOTO: Míguel Ángel García - (www.rtve.es) |
Buceando un poco por mis escasos archivos, he encontrado esta entrevista
que hice, hace algo más de un año, a Miguel Ángel García, corresponsal de
Televisión Española en Berlín desde 2007. Tuve la oportunidad de hablar con él de sobre
su carrera y el presente y futuro de la profesión. Ahí va:
Comenzaste trabajando en el Centro territorial de TVE en Castilla y León en
1982. ¿Qué supuso para ti profesionalmente etapa? ¿Cuál es el espacio que has
puesto en marcha del que te sientes más orgulloso?
El comienzo marca tu futuro profesional.
Para mi esos 8 años y pico en Castilla y León son lo más importante de mi
carrera profesional. Desde luego, no son lo más vistoso. Pero sí los cimientos
de mi formación profesional. Tuve la oportunidad de participar en la puesta en
marcha de un Centro Territorial, inventar el día a día, poner en marcha más de
veinte programas, diseñar cabeceras y hasta decorados, aprender qué es una
cámara o un magnetoscopio de edición… Esa experiencia no la tiene cualquiera.
Puedo decir que pocas personas en esta profesión pueden presumir de haber
tocado tantos palos como yo, de haber tenido tantas oportunidades de aprender.
A todos los programas que puse en marcha y en su caso dirigí, les tengo cariño.
Había de todo, desde magazines generalistas y entretenimiento a programas de
cultura, documentales, debates. Les tengo especial cariño al programa “Paso a
Paso” (un documental de media hora sobre diversas comarcas de Castilla y León),
que me enseñó a hacer reportaje largo, y al programa “Tierra”, un debate de 1
hora y media, que a veces era un mano a mano con un entrevistado, y que me dio
muchas tablas para el directo.
¿Pensaste alguna vez que llegarías tan lejos?
¿Qué es llegar lejos? Berlín está
a 2,500 kms…eso está lejos, sí. Y yo nunca pensé llegar tan lejos. Nunca me
planteé que mi carrera pudiera tener un límite. Y que levante la mano cualquier
aspirante a periodista que no sueñe con ser corresponsal.
¿Qué implica profesionalmente trabajar en una corresponsalía como la de
Berlín, en la que constantemente está llegando información? ¿Qué es lo más
satisfactorio para un corresponsal y lo que menos?
Ser corresponsal en Berlín en los
tiempos que corren supone, sobre todo, dos cosas: la primera, mucho trabajo; la
segunda, un trabajo con mucha responsabilidad. Se puede decir que ahora mismo
Berlín es el centro de Europa, con un volumen ingente de información, que
despierta un interés inusitado en la población española. Eso es el mundo ideal
para un periodista.
Lo más satisfactorio y lo
menos satisfactorio es…lo mismo. Es satisfactorio que tú eres tu
propio jefe (mientras no se demuestre lo contrario) y es poco satisfactorio
que, al estar sólo, no tienes referencias, alguien que te corrija, que te
estimule, que te diga los fallos y los aciertos… En la redacción sí tienes esa
posibilidad, aquí no.
Hay más cosas satisfactorias,
naturalmente, como hablar de temas cruciales en el mundo de hoy y hacerlo a
escasos 150 metros de la oficina de la mujer más importante del mundo. Y hay
más cosas insatisfactorias: aquí eres médico de guardia las 24 horas de los 365
días del año, no sólo para Alemania sino para media Europa. 14 horas de trabajo
es el horario normal. Eso es agotador. Pero sarna con gusto no pica.
¿Cómo es el día a día de un corresponsal en Alemania?
Pues levantarte muy temprano, 6,30 de la
mañana, con la radio, desayunar rápido con la radio, bicicleta hasta la
corresponsalía (sí, hago todos los días 8 kms y medio todos los días para venir
a trabajar), controlar qué dan los informativos de TV por la mañana, la prensa,
las agencias… Directos en Td Matinal, Desayunos, 24 horas… Controlar agenda de
temas y ruedas de prensa, qué va a hacer la “Jefa” o Schäuble… Cumplir con el
TD1, el 24 horas tarde, el Td2…etc, etc.
Todo se resume en: tener un volumen
ingente de información pero tener también la obligación de filtrarlo y dejarlo
en lo que verdaderamente es importante e interesa a los españoles. Ah…y
contarlo para que lo entiendan. Porque es bastante fácil cubrir un terremoto o
una inundación: allá donde pongas el trípode tienes un plano, pero contar en la
tele la crisis del Euro es un poco más difícil.
¿Cuál es el punto informativo más caliente en
ese país?
Como digo, lo
tengo a 150 metros de mi ventana, dirección Sur, la Cancillería, la sede del
Gobierno alemán, el despacho de Angela Merkel. Y a otros 150 metros en
dirección Este, el Bundestag. Hay
otros puntos, como Franckfort, donde está la sede del Banco Central Europeo.
¿Qué es lo que más le gusta de su país de adopción y lo que echa de menos
de la vida española?
Lo que más me gusta de Alemania es la
educación de su gente, el respeto a los demás, la seriedad en los acuerdos y
los negocios. Nos sacan 40 años de cultura
democrática y eso se nota en el día a día en la educación de sus ciudadanos a
todos los niveles, no sólo política, sinó también civil, social, económica.
De la vida española no echo nada de
menos. Quien esté esperando que diga eso de que “echo de menos la comida, las
cañas y las tapas”, se equivoca. Para mí, la vida es otra cosa. Por lo demás,
no es muy distinta de mi vida en España. Lo único que echo de menos es a mi
familia, mis amigos, mi casa en el pueblo del Bierzo, mi patio con la parra, mi
huerta y mi prado, mi río.
¿Qué singularidad destacaría de la televisión alemana en relación a la
española?
No es ninguna singularidad, es una
concepción absolutamente distinta. Aquí se toman en serio lo de la TV-servicio
público. Empezando por el presupuesto, que es ¡8 veces! mayor que el TVE. Eso
marca todo: los medios, ingentes, el personal, 10 veces más… ¿Quién estaría
dispuesto en España a pagar 200 Euros de impuestos al año para pagar la
televisión pública?
¿Y es 8 veces mejor?. No. Es mejor; pero
no 8 veces mejor.
¿Cómo ve el mundo del periodismo? ¿Cuál cree que es la causa de la crisis
que sufre el sector?
La causa más importante, sin duda, es
internet. Internet ha dinamitado las fórmulas clásicas de comunicación y eso
incluye la prensa y la TV. Nada volverá a ser como antes, nos pongamos
nostálgicos o no. El papel será una cosa de élites nos pongamos como nos
pongamos. La otra causa de la crisis es
precisamente que no se hace periodismo de verdad. El periodismo es caro, un
corresponsal es caro. ¿Quién está dispuesto a pagar por una información de
calidad? En España todavía nos creemos que todo debe ser gratis, desde la tele
pública a la información, pasando por la música, los libros o los videojuegos.
Pongamos los pies en el suelo.
Un mensaje para los futuros periodistas.
Mis
condolencias. Piénsatelo dos veces. Si a pesar de todo lo que está cayendo, aún
quieres ser periodista, adelante. Pero que sepas que a un dentista, le protege
su título y su consulta, a un abogado también, a un ingeniero, ídem de lienzo.
A un periodista ya no nos protege nada. Cualquiera que escribe unas líneas o
dice algo en “You Tube” se cree periodista. Ahora mismo gana más una peluquera o un camarero que un periodista y
encuentra antes trabajo. Así que ser periodista se ha convertido ya en una
especie de vocación pero ha dejado de ser un medio de vida. Contra la vocación no se puede ir. Pero el futuro se presenta muy negro. O
sea, que yo recomendaría ser periodista, si se quiere realmente, pero tener
otra cosa de qué vivir. Con esto, a lo mejor desanimo a muchos, pero también
puede que evite que muchos pasen hambre.
Le doy las gracias, con un poco de retraso, a Miguel Ángel por haberme dado la oportunidad de entrevistar a alguien como él.
Pablo Torres Yébenes
01/09/2014
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