Xelo Miralles, mítica periodista de Canal 9, en sus inicios en la cadena autonómica. (1989) |
Xelo Miralles, es de esas personas cuyo compromiso
no se olvida fácilmente. Nunca la conocí en pantalla, (por razones evidentes de
edad y distancia) pero mi intuición me dice que no fue una periodista
cualquiera. Ella formaba parte del primer medio millar de trabajadores con
los que contó Canal 9. Corría el otoño de 1989 y en un secarral a las afueras
de Burjassot (Valencia), comenzaba a forjarse una aventura tan apasionante como
complicada. La idea la tuvo el entonces President Joan Lerma, convencido de que
la Comunitat Valenciana necesitaba forjar su identidad y personalidad. Para
ello, no dudó en fijarse en el ejemplo de su homólogo vasco, Carlos
Garaikoetxea, el primer mandatario que se atrevió a abrir una televisión
autonómica en nuestro país, 7 años antes que Lerma. A principios de septiembre
de 1989, los pocos espectadores que tenían sintonizada la frecuencia de Canal
9, pudieron ver un rostro joven y veinteañero informando sobre la gota fría que
pasaba por Alicante en aquellas fechas. El 9 de octubre, fue la inauguración
oficial y se la pudo volver a ver en pantalla, presentando el informativo Noticies Nou. A partir de ahí, todo
siguió su curso…
El año pasado, Xelo tuvo la amabilidad de
contestarme a unas preguntas sobre su paso por la tele pública valenciana. Guarda un excelente recuerdo del primer día y la expectativas puestas en el
proyecto: Aquel día, después de meses de
números cero (en pruebas), se hizo realidad una reivindicación de décadas. Los
valencianos íbamos a tener un medio de comunicación público encargado de
divulgar y normalizar nuestra lengua, perseguida durante centenares de años.
(Desde que Felipe V que aboliera nuestros fueros). Por fin íbamos a ser un
pueblo, una sociedad normal. Evidentemente, sentía una gran responsabilidad
porque aquel primer día miles de personas iban a estar pendientes de la
televisión. Mi misión principal a aquel día, y la de mis compañeros y
compañeras, era mostrar una imagen de normalidad y de profesionalidad. Canal 9
iba a estar presente no todos los rincones de nuestra geografía sino también en
los principales escenarios mundiales donde hubiera cosas que contar. Lo
conseguimos.
Xelo relata el entusiasmo vivido en Burjassot tras
el informativo: De puertas adentro, el
mejor momento fue regresar a la redacción y que todo el equipo (periodistas,
operadores de cámara, lingüistas) aplaudiera emocionado. El éxito era
compartido y la criatura empezaba a andar con buen pie.
"Noticies 9", fue el informativo de la tele pública valenciana desde sus inicios hasta su cierre en 2013. |
Los primeros años de funcionamiento fueron tan
complicados como apasionantes y un reto diario. Xelo da fe de ello: En una primera fase, hasta bien entrados los
años 90, la sociedad valenciana sentía como suyo aquel medio. Nos estrenamos
casi con la caída del Muro de Berlín, intervinimos en la famosa Batalla del
Desierto, con la invasión de Kuwait y la primera guerra televisada, la
Perestroika de Gorbachov…etc. Noticiones que supusieron la consolidación de
aquel Canal 9. Los valencianos conocían de primera mano lo que ocurría en el
mundo contado desde nuestra perspectiva y en valenciano. Sin dejar de lado
nuestras tradiciones, nuestra cultura, nuestra política. Incluso uno de los
programas más criticados, el Show de Monleón, se siente ahora como un espacio
de entretenimiento de calidad que sirvió para fidelizar a una parte de la
audiencia. La conexión con los espectadores se reflejaba en los altos niveles
de audiencia registrados en aquellos primeros años. La media de la cadena
superaba el 20 % con picos de más del 40% del share. La plantilla no llegaba a
los 700 trabajadores y en el departamento de informativos la cifra se acercaba
a 70. El trabajo se hacía de forma profesional y todavía no existían vicios
incurables. Es evidente que si hay que destacar alguna cosa de aquellos
primeros años es una relación de más amor que odio con la sociedad valenciana.
La veterana periodista admite que no todo fue un
camino de rosas en aquellos primeros años: Durante
la época Lerma (1989-1995) se hizo un
fallo enorme, no optar por una programación televisiva cien por cien en valenciano como exigía
la ley de creación del ente público. Supongo que se tuvo miedo al rechazo por
culpa de la politización de la lengua y se perdió un tiempo de oro para
conseguir su normalización. Había listas que
prohibían el uso de ciertas palabras que sonaban demasiado a catalán, porque
todos los que participamos en el nacimiento de Canal 9 compartíamos la necesaria
función normalizadora del valenciano des de un medio de comunicación público,
la necesidad de vertebrarlo el territorio a través de una información objetiva
y la belleza de informar.
La gestión del
ente púbico durante esa etapa fue, para Xelo, correcta: muestra de ello es que
la deuda económica en los primeros años se situó en 32 millones de euros, una
miseria si la comparamos con la que tenía que llegar. ―afirma.
Eduardo Zaplana (PP) y Vicente González Lizondo (Unió Valenciana), protagonistas del "pacto del pollo". |
Las cosas cambiaron cuando el famoso Pacto del Pollo con la centroderechista
y blavera Unió Valenciana alzó como
Presidente de la Generalitat al popular Eduardo Zaplana: Él fue muy inteligente. Con aquel acuerdo y la asunción de sus principios
lingüísticos borró del mapa a los regionalistas e inició un período horroroso
de mayorías absolutas. Los profesionales que arrancamos las emisiones fuimos
apartados poco a poco de nuestros puestos de trabajo y se empezó el sobredimensionamiento
de la plantilla. Con cada nuevo President de la Generalitat se duplicó la plantilla
anterior, y eso que durante 20 años ha gobernado el PP. Muchas familias
enfrentadas entre sí y muchos favores debidos. Si en origen no superábamos las 700 personas,
llegamos en los últimos años a los 1,800.
La periodista niega que las televisiones autonómicas
tengan más empleados que otras cadenas privadas nacionales: es mentira que fuéramos más personal que
Antena 3 y Telecinco juntas. Una retahíla que el PP se ha encargado de prodigar
por activa y pasiva para justificar el cierre de RTVV.
Xelo critica muy duramente la gestión de ejecutivo
de Zaplana en Canal 9: El principal
problema, u otro problema añadido mejor dicho, fue la decisión de Zaplana de
permitir que Radiotelevisió Valenciana pudiera endeudarse más allá del presupuesto
destinado por el gobierno autonómico, motivo por el cual se generó una deuda financiera
de 1.300 millones de euros que tendremos que devolver hasta 2017, a 100 millones
de euros por año.
La manipulación era una constante, según ella: La mano ejecutora de Zaplana era Jesús Sánchez Carrascosa. Con él se inició también la descarada manipulación informativa que ha caracterizado a RTVV. Canal 9 y Ràdio 9 se convirtieron en el gabinete de prensa de la Generalitat o más bien en una Conselleria dedicada a la manipulación y la corrupción. Con Zaplana se ponen los cimientos con Camps se abre el telón.
Se pusieron en marcha diversas medidas para llevar a cabo el plan. Xelo lo cuenta con detalle: A partir de 1995, con la llegada al gobierno del PP, las cosas cambiaron pero a mí, personalmente, me tocó el gordo de la lotería. Me retiraron de malas maneras de los informativos y fuí trasladada-aislada al Programa Medi Ambient, dedicado a la divulgación de temas medioambientales. Fue muy famosa la creación de un equipo de seguimiento institucional que tenía la obligación de sacar el perfil bueno de Eduardo Zaplana.
"Tómbola" fue el primer debate del mundo rosa y pionero del fenómeno de la "telebasura". Proporcionaba audiencias millonarias a Canal 9 y a la FORTA. Estuvo en antena desde 1997 a 2004. |
De cara a la galería, con Carrascosa de
director, se creó el primer comité de redacción en una televisión española. Lo
fueron dinamitando con amenazas a los profesionales de la redacción que
quisieron participar en sus votaciones o en la selección de sus componentes. Se
creó, además, un sindicato de empresa, dirigido por Vicente Sanz, responsable
de Relaciones Laborales procesado por acoso y abusos sexuales a tres
periodistas, con el fin de acallar las voces de los que sí protestaron y mucho:
El Comité de Redacción y el Comité de Empresa.
También están los informes de la representación sindical de aquellos
años, están en internet. En las elecciones sindicales siempre han ganado los
sindicatos de izquierdas. El Comité de Redacción llegó a enviar una
carta diaria durante un año a Zaplana denunciando la manipulación. Nunca
obtuvieron respuesta.
Una de las medidas que la nueva directiva tomó, fue la creación de un segundo canal: Paralelamente se realizó un control absoluto de los contenidos de la programación en Canal 9, el principal, y se suavizó la mano dura en el segundo Canal, Punt 2, destino de la mayoría de profesionales molestos. Un auténtico linchamiento. De hecho, se crea para tenernos ocupados y aislados. En esos momentos no podían expulsar a centenares de trabajadores con oposición. Punt 2 se convirtió en un receptáculo de cuota, cuota de valenciano y cuota de información un poco más crítica. Nunca se promocionó Punt 2 porque no tenían ningún interés en él; además hubiera sido escandaloso que su audiencia hubiera superado la del canal principal. A pesar de ello, en algún momento, la audiencia de Punt 2 llegó a superar la de, por ejemplo, los informativos.
Las consecuencias de aquella gestión, fueron
evidentes: Durante años hemos asistido a
un espectáculo de manipulación y corrupción sin precedentes. Se inventaba la
realidad en la que vivíamos, se creó un mundo Disney absolutamente apartado del
día a día de la sociedad valenciana. Los valencianos y valencianas alejados de
la imagen que ofrecía Canal 9, hartos del reflejo vergonzoso que ofrecía aquel
espejo, llevaron a cabo una protesta silenciosa, cambiar de canal. Evidentemente, no se emitió ninguna
información cuando saltó el escándalo de los trajes de Camps ni nada que
pudiera perjudicar al gobierno de turno. Las audiencias se precipitaron a la baja hasta
llegar al 3% de los últimos meses de existencia. Progresivamente,
primero como consecuencia del intento de privatización de Canal 9 que frenaron
los tribunales y segundo porque se inició la política del despilfarro, de pagar
cantidades irreverentes de dinero por programas de poca calidad con el único
objetivo, supuesto, de enriquecer a los amigos. En fase instrucción judicial en
estos momentos.
Otros casos
escandalosos fueron: la visita del Papa en 2006 y la compra de pantallas de vídeo
por cantidades ingentes de dinero, la compra a Triskel por 700.000 euros de
tres reportajes contra Garzón, Rubalcaba y los GAL, la subvención millonaria y a escondidas
de equipos de futbol, los contratos millonarios con Alba Adriática, de José Luis
Moreno, por programas que no ve nadie o que cuestan cuatro pesetas, La cesión
de la red de emisores de RTVV a dos televisiones autonómicas privadas y amigas,
a cambio de publicidad, los pagos a colaboradores de Madrid que ni hablan ni
conocen el valenciano ni de pasada…etc. En fin un cúmulo de despropósitos que
ahora se están investigando judicialmente.
Pese a todo, Xelo se siente orgullosa de haber
trabajado en aquel medio: El balance
es positivo. Para mí, haber trabajado en
Canal 9 lo ha supuesto todo. Tenía recién cumplidos 24 años, por tanto la mitad
de mi vida ha transcurrido en el Centro de Programas de Burjassot. He tenido la
suerte de trabajar con los mejores profesionales y aprender un oficio que me ha
dado más satisfacciones que disgustos. El programa que presenté durante 14
años, Medi Ambient, se convirtió en el programa más premiado de la cadena y en
el espacio menos valorado por los gestores de la cadena. Un programa cien por
cien en valenciano, donde se ha vertebrado el territorio, los habitantes del
norte sabían lo que hacían los del sur, y los del este se enamoraban de la
belleza del oeste. Diferente espacio físico,
geográfico, cultural, lingüístico... Medi Ambient elevó al rango de importantes
a ciertos sectores minoritarios de la sociedad valenciana, desde ecologistas,
naturalistas, asociaciones culturales o universidades. Quedan las imágenes de
una calidad nada envidiable en un archivo audiovisual de futuro incierto en una
situación actual de empresa en liquidación. Estoy muy orgullosa de mi etapa en
Medi Ambient. Y como no de ser la primera persona que dijo “Bon dia a tots,
benvinguts a Canal 9, la seua televisió”.
No duda en romper una lanza a favor de la radiotelevisión
pública: La ciudadanía tiene derecho a
tener una información veraz, plural e independiente. Una empresa privada está
preocupada por cuestiones económicas. Es lógico. Las influencias por tanto son
mayores. Un medio de comunicación público es un servicio público, exactamente
igual que una escuela o un hospital debe de estar sufragado por la Administración
porque su objetivo no es ganar dinero sino informar, entretener y educar a la
sociedad. Tampoco debe perder dinero,
por la gestión tiene que ser coherente y el objetivo debe de estar muy claro.
Existen modelos de control en otros medios públicos que deben ponerse en práctica
en la televisión y la Radio para que la sociedad recuperare la confianza en lo
público. Si colaboramos
en la formación de ciudadanos críticos, con argumentos y con opinión,
colaboramos en un modelo de sociedad democrático y moderno. Capaz de valorar y
exigir ante las promesas de nuestros políticos y gobernantes. Además de
participar en una sociedad más solidaria y tolerante. Los medios de comunicación públicos ayudan a
tener una población votante madura que sabe qué futuro quiere y cómo conseguirlo.
Xelo habla sobre la situación de los medios de
comunicación en la actualidad: Vivimos un
momento en que los canales de distribución de la información son casi
infinitos. Pero el exceso genera desinformación, a parte de la gran parte de la
población que queda apartada del debate porque no tiene acceso. Escuchamos,
leemos o seguimos en las redes sólo a aquellos que piensan como nosotros. Estamos
llegando a una situación peligrosa. Quien no es como yo queda bloqueado. Quien
no tiene acceso a las redes no existe. Necesitamos un medio de comunicación
público que nos ofrezca información de interés general, plural y no
condicionada por intereses privados o políticos. Los medios de comunicación
públicos deben esforzarse para cambiar una realidad informativa cada día más
cercana a la propaganda, dominada por gabinetes de prensa, expertos en comunicación
de masa, politógos, sociólogos. Debemos actuar como freno a la manipulación de
gustos y pensamientos. Alguien debe poner coherencia en este escenario y pienso
que un medio de comunicación público, dirigido a ofrecer un servicio público es
imprescindible. De la misma manera que el Gobierno ha destruido la educación
pública o la sanidad, de gran calidad en España, está destruyendo los medios de
comunicación públicos. Y más si son en lengua propia. Los que nos gobiernan
odian el estado de autonómico, renuncian voluntariamente y de buen grado a
nuestra rica diversidad y nos llevan a
un centralismo de control absoluto.
Sobre la falta de democracia que refleja la utilización
partidista de los medios públicos, Miralles es tajante: Es evidente. Tenemos la sensación de vivir en una falsa democracia. Los
escándalos de corrupción que nos bombardean diariamente nos han llevado a
la desconfianza total en la política y
en el sistema. Y el uso interesado de los medios de comunicación públicos ha
colaborado en esta realidad. Lo estamos ahora viendo en TVE. Su situación es
dramática. Los profesionales ya no saben como abrirnos los ojos, pero no reaccionamos
suficientemente porque no somos conscientes de la importancia de estar bien
informados. Creo que hace falta también mucha educación en ese sentido y explicar
que sin periodismo no hay democracia no es una frase hecha. Hay que fiscalizar
al poder y no dejar que el poder nos tape la boca y los ojos. Un ejemplo del
poder de los medios es el reportaje de Jordi Évole en Salvados dedicado al
accidente del metro de Valencia.. Después de años de olvido, llegó una cámara y
un profesional dispuesto a hacer su trabajo y cambió la realidad. Abrió los
ojos a centenares de personas que no creían lo que veían. Como mínimo dio
esperanzas a la Asociación de Víctimas del Metro. Si lo puede hacer una televisión
privada, ¿cómo no lo va a hacer una pública?. Es su obligación. No puede volver
a pasar nunca más lo que ocurrió en RTVV.
Y no creo que ocurra. Ha sido una lección muy dura para todos. Si fueron
capaces de cerrar, en forma de golpe de estado, un medio de comunicación de qué
no serán capaces. Es una vergüenza y un ataque a la democracia.
Muchísimas gracias a Xelo Miralles por haberse
explayado tanto en esta entrevista. Ha sido un honor. Nos vemos en otra.
Pablo Torres Yébenes
21/06/2015